lunes, 28 de abril de 2014

La muerte.

Una amiga me pidió ayuda. 

El caso era muy extremo se trataba de su amiga. Una madre muy insegura con pocos recursos intelectuales, separada y que nunca había hablado con su hijo de 9 años acerca de la muerte.

El ex-marido se murió  de un infarto  el día del padre. La mujer llevaba varios días ocultando la muerte a su hijo. El difunto estaba ya enterrado. La familia de la viuda intenta pasar página sin decir nada más. La mujer está confusa llora todo el tiempo y parece muy aturullada.

Mi protocolo inventado para la amiga de mi amiga.

Creo que lo mejor es la verdad, siempre funciona:
1. Ha pasado algo horrible

2. No he podido decírtelo antes por que he sentido mucho miedo de que te sintieras mal.

3. Ahora me doy cuenta que nos vamos a sentir muy tristes inevitablemente.

4. Tu padre ha muerto, su corazón dejó de latir de pronto y nadie pudo a hacer nada... a veces pasa, en realidad pasa continuamente, la vida es frágil.  
5. Pero tú y yo vamos a  ayudarnos y acompañarnos en esta tristeza.

6 Es posible que con el tiempo se nos pase un poco o simplemente que nos acostumbremos.

7. No nos olvidaremos de él, cuando quieras podemos ir a su tumba y si quieres le puedes dejar una tarjeta.
Todo esto es más sencillo si cuando sale  el tema se habla con normalidad y se explica el asunto de morirse de forma clara, tampoco hace falta entrar en detalles a no ser que se pidan.

Mi hija este año cumplirá 7. Recuerdo que desde los dos 2 y medio hasta  casi los 4, cada noche me decía  llorando:
_Mamá , es que yo no me quiero morir.
_Yo tampoco hija  pero es así. ...
Y a partir de ahí... la conversación se convertía en otraS cosas, a veces sólo sobre sentimientos, otras interrogantes varios ante los que los adultos estamos tan perdidos como los niños: el universo, el tiempo, el origen,  adónde vamos luego, el sentido de todo esto. A mi hija suelo decirle que yo sé muy pocas cosas, es sólo que llevo más rato en la Tierra,  el suficiente para reconocer los colores, los sabores, algunos olores, sonidos y texturas. Le explico lo  que yo intuyo que simplemente formamos parte de algo más grande que nosotros, del planeta del que nos nutrimos y como las plantas o los otros animales luego devolvemos lo que queda...
Cuando alguien me dice que los niños no entienden realmente me  enfado mucho. Si les explican lo entienden todo, los ciclos de la vida, del suelo,  incluso asuntos más complejos ...es cuestión de tener respeto hacia ellos, invertir tiempo  y hacer un esfuerzo en  emplear un lenguaje elemental e imágenes que puedan procesar.

El gorrión.
 ( cuento esta historia  que nos sucedió,  porque  ilustra perfectamente la idea de que acompañar  a  un niño, dejarle a su aire  y contestar honestamente si te preguntan  es lo más recomendable.  )

Atardece  mi hija juega con su abuelo en el jardín. Yo hago la cena.
           _Mamá, hay un gorrión.
           _Muy bien, ahora me acerco a verlo.
           _¡Mamá,  es que hay un gorrión !
           _Bueno pues déjale a su aire.
           _¡Es que  le sale sangre del pico !

Me acerco. Veo al gorrión. Se ha estrellado contra el cristal. Está  temblando en sus últimos segundos de vida.  Queda inmóvil, claro. La niña debe tener casi 4 años, es mi hija. Quiere llevarlo al médico. Le cuento que acabamos de verlo  morir. Se queda un buen  rato quieta mirando al pajarillo. Yo le miro a ella. De pronto rompe a llorar.  Creo que se acaba de dar cuenta de que morir es algo completamente injusto, físico, brutal y natural. Pasa y ya está. Luego nada. Está desconsolada. Pregunta qué vamos  a hacer. Le explico que vamos  a devolver su cuerpo a la naturaleza,   a la tierra para que pueda   transformarse  su  materia en otra cosa .  Se pega cerca de dos horas llorando. No puede comer. Me abraza muy fuerte. Me conmueve mucho. Nos quedamos mucho rato abrazadas sin  hablar. De pronto me pide papel y con un lápiz  hace un dibujo que siento no haber escaneado.  Ella misma se hizo su terapia.

   La princesa Malalaika( esta película me parece que la colgó Nuna Anun en el grupo. Me parece  bellísima y  muy útil)





martes, 15 de abril de 2014

Prevención : La necesidad de trabajar por una infancia sana



El abordaje desde el modelo de prevención se centra en el estudio de la propuesta de W. Reich que comprendió que el ser humano nace emocionalmente sano, con todo el potencial latente para su desarrollo. Ya al inicio de la vida sufre la acción neurótica del medio familiar y social que a través de  la cultura y la educación  de reprime la sexualidad (entendida como placer de la vida, no solo como sexualidad genital.) y  la espontaneidad infantil . 
Reich descubrió que en caso de abuso o de represión la energía vital queda bloqueada y ocasiona enfermedad bio- psicológica.

Reich se dio cuenta de que no sólo es importante el tratamiento de la neurosis sino también su prevención y volcó su atención en el rescate de la salud y de la potencia orgástica (potencia para el placer de la vida)

Creó el primer proyecto de prevención de la neurosis de la historia (Centro de investigación Orgonómica infantil) .  Su trabajo preventivo  se iniciaba con mujeres gestantes buscando la prevención de la neurosis desde la gestación.

Hasta entonces (1940) el termino niño sano nunca antes había sido estudiado, ni nadie había intentado diferenciar la salud de la enfermedad en los recién nacidos.


El foco principal del  trabajo preventivo es concienciar a padres y educadores de lo  delicado del  desarrollo inicial siendo conscientes de que el periodo que abarca desde la gestación hasta los siete primeros años de vida representa un “tiempo crítico” en la maduración del ser humano, ya que es en estas edades cuando se forma la estructura del carácter.

Para ello se  trabajaba desde una revisión de la propia infancia de los padres, con el objetivo de romper la cadena de trasmisión intergeneracional de patrones educativos desastrosos.

El concepto de autorregulación es el eje central del enfoque reichano.

Además de Reich, muchos autores contemporáneos han trabajado este concepto, con conclusiones similares como Maturana (autopoiesis)

Tiene sus orígenes en la biología  y se refiere a  la capacidad espontánea de todo organismo vivo en busca de su equilibrio.

La autorregulación es confiar en la sabiduría instintiva  de la vida y en la certeza de que el ser humano nace esencialmente bueno.

La autorregulación es el respeto a las funciones naturales a las que nuestra especie se ha ido adaptando durante el largo proceso de nuestra evolución.

Si en el ecosistema donde nace y se desarrolla el ser humano se respeta la libre pulsación biológica, podemos hablar de una persona sana.

Por el contrario, si los instintos primarios del cachorro humano no son satisfechos adecuadamente, se produce el bloqueo de esta pulsación que produce tensión o bloqueo de nuestro cuerpo, formando lo que se conoce como coraza neuromuscular.

Todo niño nace con un sistema bioenergetico flexible. Los niños nacen sin corazas.

La practica consciente de respeto biopsicológico, autorregulación y buenos vínculos es  básico  para que la crianza de los niños se oriente más al desarrollo sano.


 El trabajo preventivo implica asumir nuestra responsabilidad social, como agentes de prevención ya que el abordaje preventivo supone proponer un proceso de cambio social, grupal y familiar.

Esto supone asumir que si bien desde el abordaje preventivo se formulan críticas y se proponen alternativas, es necesario aprender el arte de relativizar y ver cada caso concreto en su situación real, diferenciando lo óptimo de lo posible. Se trata de reconocer nuestros límites personales y sociales.

Es obvio que los adultos tendemos a reproducir en el trato con la infancia, los irracionales patrones que hemos recibido en nuestra propia infancia.
Por lo que se hace necesaria la constante reflexión, autocuestionamiento y cambio de tales tendencias interiorizadas, en padres, educadores y agentes sociales.

Desde el modelo de prevención podemos



   Informar:

Desde una visión realista de las capacidades de las familias y adaptando el concepto de autorregulación a una sociedad no autorregulada, es decir, sin caer en utopías que puedan llevar a la idealización del concepto.

De la necesidad de trabajar por una infancia sana.

De la necesidad por parte de los adultos de revisar nuestras propias infancias para no repetir patrones educativos desastrosos.

   Sensibilizar:

De lo delicado del proceso de maduración infantil.
De la importancia de su labor en la crianza con contacto, presencia y vínculo.

Ayudando a los padres a recuperar la confianza en sus hijos.





   Acompañar:

A las familias y a los grupos que entran en el proceso de cambio mediante . Poniendo especial importancia en la observación y la auto-observación.


domingo, 13 de abril de 2014

Ilustración. con Rosa Franco Pelegrín.



( Una de las vocaciones de este blog  es rescatar textos y cuestiones que nos planteamos en el grupo de facebook, allí el muro va dejando atrás  materiales,  discusiones,  apoyos,  noticias,  intercambios y hasta   publicidades, totalmente lícitas y aceptadas, sobre asuntos, cursos, gentes, libros, pelis  todo LO RELACIONADO CON EL CAMBIO DE PARADIGMA EDUCATIVO. )

Entre todos estamos consiguiendo  tejer un espacio de reflexión, una VERDADERAS JORNADAS DE ILUSTRACIÓN CIUDADANA.

Y todo esto  no nace sólo  de la necesidad  personal de  educar-nos, de amar,  de  educar  a nuestros jóvenes,de  intentar asumir la responsabilidad social que supone traer un hijo  al mundo.  También del convencimiento  de que es la base de una sociedad   más sana y armónica.

Cuando decimos que estamos preocupados por la  educación, muchos  de nosotros estamos más bien OCUPADOS en la educación. No sólo la de nuestros hijos o nuestros alumnos. Estamos sobre todo  pendientes de  AUTOEDUCARNOS. Es una tarea infinita.
Parece haber dos secuencias recurrentes, dos estilos de vida, dos estilos educativos asociados a dos tipos de crianza..
Obviamente cada familia es única y  estas dos tendencias de las que escribo pueden ser una generalización susceptible de recibir un montón de críticas,   es cierto.
Hay una tendencia consciente y otra que escurre el bulto con mayor o menor  consciencia de ello.
Mi  idea de ilustracición,    gira entorno a la idea  de  consciencia de lo que uno es,  de  lo   heredado,   lo adquirido y   la decisión de mantener o modificar rasgos, hábitos y  actitudes mediante el conocimiento  y la toam d elas riendas de nuestras vidas.
Rosa reflexiona preguntando, me encanta y yo quisiera reflexionemos  junto  a ella.


Mi amiga Laura de la Fuente me ha pedido que reflexione sobre la importancia de la autoeducación de los padres , para poder llevar a cabo una educación plena y consciente de los hijos....

Primeramente hemos de pensar que los padres somos hijos del mismo sistema educativo que nuestros descendientes, por lo tanto, no conocemos por lo general otro modo de educar y lo hacemos bajo esa lógica.


Entender también que el aprendizaje es algo natural en el ser humano y que la educación es una intervención social en ese aprendizaje consustancial y permanente.

Sentimos que nuestros hijos no son felices en el aula. Incluso aunque obtengan buenos resultados, la mayoría de las ocasiones se debe a que aceptan de buen grado la dinámica de cumplimiento que se les impone, pero sin saber muy bien hacia dónde van, sin descubrirse ni conectar con ellos mismos, guiados por una serie de adultos que les van mostrando el camino a seguir, a través de la imposición de creencias socialmente aceptadas, a través de unos conocimientos que no se anclan significativamente en su estructura de pensamiento, como diríamos vulgarmente "cogidos con pinzas" y que, por tanto, con el tiempo se olvidan. Se asume la forma de pensar que los demás quieren, sin descubrir la propia.

Para analizar cuál debe ser el papel de los padres como guías esenciales de la educación de los hijos, deberíamos reflexionar desde varios prismas desde el sentido común:

El primero, recordar nuestra propia infancia. Acordarnos qué sentíamos cuando éramos muy pequeños, incluso antes de entrar a la escuela. Pensar cómo ocupábamos nuestro tiempo, qué imaginábamos, cómo jugábamos, qué nos hacía felices.... Qué queríamos aprender, en qué pasábamos las horas muertas, en qué se nos pasaba el tiempo volando... En definitiva, "qué ocurría y qué nos ocurría cuando nos sentíamos felices descubriendo y aprendiendo algo". Y en esos momentos de felicidad en nuestro proceso natural de aprendizaje, cómo producíamos nuestros pensamientos.... 

El segundo sería trasladar esa reflexión con respecto a nuestro hijos. 
Para ello sería bueno reflexionarlo a través de su observación analizando todo lo anterior y además preguntárselo. 
Cómo..., ¿es que no les preguntamos....? Tampoco es tan raro. Pero..., ¿los conocemos verdaderamente?. 
No me refiero sólo a saber qué hacen a diario, sino qué sienten, qué piensan y sobre todo, cómo reflexionan ellos, qué preguntas se hacen, cómo las enlazan con lo que conocen, qué nivel de apertura, de flexibilidad tienen, cómo aceptan otras ideas, cómo sacan sus conclusiones... No creo que sea tan importante las ideas como la forma de elaborarlas. Si las elaboran desde la consciencia plena, serán auténticamente suyas. Y eso es lo importante.

El tercer prisma sería ver qué cuáles son nuestras expectativas con la educación. Qué esperamos de la educación de nuestros hijos. 
Cómo puede facilitar que logren ser tipo de personas que quieran ser y cómo les ayudará la educación a ello.... 

Y sobre todo, qué hacemos realmente para ello...

Creo que los padres tenemos pensamientos con respecto a nuestros hijos dignos de análisis... 

Cuando son pequeños y no paran de hacernos preguntas "y por qué, y por qué, y por qué, y por qué,....". Cómo nos sentimos... ¿Estamos dispuestos a reflexionar con ellos y seguirles el juego de preguntas avanzando hacia lo lo imposible, con creatividad?, o por el contrario, se nos antoja que son un poquito moscas cojoneras y nos los quitamos de encima con órdenes de obediencia a veces irracionales para ellos... Generalmente esa energía desbordante que sienten y muestran nos cansan y generalmente pensamos que, mejor la derrochen cuando no estén con nosotros. Estamos deseando que empiecen el colegio...

Por otro lado, cuando los preparamos para el colegio, qué hacemos... Buscamos un cole que, a poder ser, lleven uniforme... Un uniforme exterior pero que será un reflejo de un uniformamiento a todos los niveles, en cuanto a conocimientos, creencias, formas de actuar y modos de pensar... 
E internamente sentimos cierto regocijo cuando vemos que sus maestros logran que actúen como se entiende que deben hacerlo, que piensen lo que tienen que pensar..., que no se salgan del círculo, que pinten homogéneamente , que no llamen la atención con estridencias... Y que no nos la tengan que llamar a nosotros... 
Esa labor de "adiestramiento" continúa por muchos años y mientras en casa, cómo vemos ese proceso educativo....
Entendemos cómo están aprendiendo nuestros hijos...

Les preguntamos a los profesores cómo van, pero, qué significa realmente esa pregunta... ¿Estudia, es obediente, hace los deberes, participa en clase, es hablador, ...?. ¿Qué otras preguntas les habéis hecho a los profesores?, seguro que muchas más en esta línea. 

Pero, realmente qué significa cada una de esas preguntas...

¿Estudia los contenidos que usted le enseña, generalmente del libro de texto y que incluso le subraya para ahorrar esfuerzo, reflexión y capacidad de síntesis, totalmente desconectados con la realidad y que mi hijo no entiende para qué va a utilizar y que usted no evalúa si realmente sabe aplicar en la vida real?

¿Es obediente de acuerdo al comportamiento socialmente aceptado e impuesto, que mi hijo no tiene por qué razonar ni aceptar de acuerdo a su coherencia interior y que no tiene por qué tener en cuenta sus necesidades particulares?

¿Hace los deberes que usted le pone, y que en su mayoría se trata de respuestas preestablecidas, donde se pide que responda lo que usted quiere oír, donde el error se castigará, sin dar mucha opción ni valorar muy positivamente otros caminos, donde el camino entre A y B, entre la pregunta y la respuesta ha de ser lo más directo posible...? Claro, siendo lo más directo, la lógica de respuesta ya aportada por el profesor, requiriendo casi únicamente la memorización del alumno.

¿Participa en clase?. ¿Pregunta en clase si no ha entendido lo que usted le ha explicado en sus mayoritariamente clases magistrales? ¿Participa en los trabajos en grupo donde en la mayoría de las ocasiones tienen que realizar el motivador trabajo de buscar, cortar y pegar de internet?

¿Es hablador?, ¿Habla con sus compañeros cuando no le interesa lo que usted le cuenta?, ¿Se plantea en algún momento por qué no le interesa?. 

Conforme van avanzando en sus estudios se van desalentando y no nos explicamos por qué. No sabemos en qué medida los conocimientos que adquieren van conformando su persona, qué piensan con respecto a ellos. Cada vez nos alejamos más de su ser interior y la falta de conexión hace que los desencuentros se multipliquen. Justificamos sus comportamientos cada vez más estridentes por el período de la adolescencia y sus cambios hormonales, pero verdaderamente cada vez nos encontramos más alejados de ellos. Y lo peor, ellos sienten ese alejamiento con respecto a sí mismos. 

¿Nos reconocemos en esta situación? ¿Qué podemos hacer?
Rosa Franco Pelegrín





jueves, 3 de abril de 2014

Toda la carne en el asador.

      
"EL TDA es LA ÚNICA PATOLOGÍA DEL MUNDO EN QUE AL PACIENTE SE LE CASTIGA Y SE LE PENALIZA AL MANIFESTARSE SUS SÍNTOMAS ".
Creo en una sola fórmula, siempre estoy dispuesta a cambiar...
Estamos huyendo de ideas superficiales acerca del TDA y al profundizar vemos términos medios, factores d eriesgo , orígenes en el sistema educativo. OS dejo un testimonio y una conferencia. Gracias Ángeles Angeles Presa Arroyo y gracias Fabiola Sj.



 Os dejo aquí  el testimonio   que cuenta la historia de Ángeles  y de su hijo.  
Me  ha emocionado pero además me ha hecho ver  varias cosas  que suelen impresionarme positivamente: sinceridad,  valentía.  No sólo para vivir  lo que ha  vivido sino también por expresarlo por escrito  mostrando sus cambios de opinión, su evolución  respecto la idea del TDAH y  el acompañamiento que sigue  realizando con fuerza y amor.
                        Creo que  puede ayudar  a otras personas  a entender, a entenderse, a tener valor  y a tener fuerza para enfrentar con generosidad  el asunto  como  lo ha hecho Ángeles, poniendo toda la carne en el asador.
                         Confío en que sirva también para  crear conciencia sobre este asunto  poliédrico.
 A  a menudo veo titulares y declaraciones irresponsables y  poco rigurosas.   Así que pego  aquí una conferencia  de José Ramón Gamo, que puede arrojar mucha luz sobre el fenómeno y servir de arranque para quienes tengan interés, necesidad o  las dos cosas en estudiar  sobre TDA.  Es  amena y científica, muy  muy recomendable. Esta confrencia es  IMPRESCINDIBLE no sólo para entender el TDA, sino para entender  el cerebro humano.  

                




Allí estábamos, mi pequeño de 5 años y yo, frente a la neuropediatra, fría e impersonal, me tiró el diagnóstico en plan bofetafa, como el que diagnostica un catarro, sin paños calientes y añadió que si no le daba medicación había un tanto por ciento de acabar en la delincuencia.
Trastorno de hiperactividad con déficit de atención, si, TDHA.
A pesar de haber estudiado educación infantil la hiperactividad no se daba en el instituto, quizás de pasada, la palabra si la recuerdo, niños inquietos o algo así.
 Salí de allí sin saber muy bien a que me enfrentaba, lo primero sentía ira, esa doctora no sabia lo que decía, ¿medicacion? ¿ a mi niño? ¡ni hablar
Le dejé en el colé con el primer atisbo de vergüenza, nadie debía saberlo, una revision médica, la profesora no dijo nada.
Empecé a rememorar ¿cuando¿ ¿en que?
Dani era un bebé normal, dormía mucho, comía poco, no era excesivamente llorón. Empezó a andar a los 17 meses, no gateó mucho. Era muy sociable y pronto tuvo un círculo de amiguitos en el parque, era muy inquieto y algo pegón, no le di importancia, le apartaba 5 minutos cuando se le iba la mano, compartía sus juguetes y jugaba con todo el mundo pero esa mano...se le escapaba a menudo.
Le llevé a un centro de ocio un par de veces por semana y le encantó, nunca lloró por separarse de mi, al contrario, le gustaban los niños. Así que cuando empezó a ir al colé no tuvo ningún problema de adaptación, era de los pequeños porque nació en octubre, apenas se le entendía al hablar.
El primer año de infantil pasó con normalidad. Era nervioso pero en casa jugaba tranquilamente en su habitación, veía películas enteras y apenas tuvo pataletas, las normales pero se las corté ignorándole. Se iba a la cama a su hora, solo, sin protestar, a su hora, jamás tuvo miedo de la oscuridad ni pretendió dormir acompañado...¡ en casa era una maravilla pero en la calle...esa mano...
En segundo de infantil la profesora me puso en contacto con la orientadora porque pegaba mucho, acordamos hacer una modificacion de conducta con los puntos verdes y rojos, yo siempre estaba dispuesta a colaborar, le vino bien, aunque debo decir que la profesora, una chica joven, recién salida del horno, apenas colaboró, pero hubo un cambio y felicitaciones por parte de ella. Hasta aquí sin problemas.

No era terco, no tenia rabietas, aprendía con mucha facilidad, debo decir que yo tuve algo que ver, me había pasado la vida enseñando a los niños de los demás ¿como no hacerlo con mi hijo?  Así que tuvo mucha estimulacion temprana, fue de los primeros en aprender a leer, a escribir...

Pero en tercero de infantil empezaron los problemas, ahora si que pegaba, era imposible hacer la famosa asamblea porque interrumpía, se levantaba, los padres se quejaban...
Un día me llego una carta, en su mochila, así, tal cual, había rebosado el vaso en el comedor, me aconsejaban llevarle a un neuropediatra. Fui al comedor y me contaron como se habia puesto histérico, gritando, pataleando, por supuesto lo creí, no me lo imaginaba pero si ellas lo decían era verdad, yo, colaboradora como siempre accedí.

Y empezó nuestra historia con el TDHA.
El primer navajazo me lo dio su joven y encantadora profesora, se negó a llevarle de excursión, me devolvió el dinero y dijo que no podía hacerse responsable de mi hijo.  Lloré muchísimo, me indigne, me quejé, pocos días después me pidió disculpas por la forma pero mi pequeño había probado por primera vez el sabor de la marginación y no sería la última.
Yo trabajaba en un colegio de la zona como monitora de comedor y tuve la suerte de que sobrara una plaza en primaria, no me lo pensé, le cambie de colegio.
 Aún recuerdo el primer día y su mirada, estaba enfadado, le había sacado de su ambiente y ahora era el nuevo, no conocía a nadie.
No se que esperaba, un cambio, demostrar que se equivocaban, una vida nueva para él... pero eso no sucedió.

 Vuelta a empezar, llegaba a trabajar y me lo encontraba en el despacho día si día no. Le castigaba, le recriminaba una y otra vez, pero todo iba a peor.  Dos años de calvario, de enfrentamientos con los profesores, con la directiva, con los padres, enfrentamientos que la psicóloga de la seguridad social apoyaba, pero que no nos llevaban a ninguna parte.  Mi hijo era poco menos que un loco, muy inteligente pero incontrolable.
Incomprensión y juicio de las personas que creías amigas y las frasecitass"si lo tuviera yo...". " eres muy blanda" " madre nerviosa niño nervioso"  .  Te sientes fatal, tienes el juicio de esa persona en tu cara, éstas incómoda, el niño está incómodo, esas personas que se creen maravillosos padres porque sus hijas, en este caso, son muy tranquilas, educadas, formalitas hasta el aburrimiento, le recriminan. "¿no ves que ellas no se levantan? ¿no ves que ellas esperan? ¿no ves que ellas no corren? Se te empieza a indigestar la amistad y te alejas. Debo decir que años después prácticamente le arrojé el diagnóstico a la cara ante su silencio y su fría equivocación. Por supuesto no hubo disculpa, solo silencio y mi alejamiento e indiferencia, esa amistad no merecía la pena.

Decidimos darle medicación en tercero de primaria, ¡horror¡ le daban tics nerviosos, hacia gestos compulsivos con la cara,acudimos
 rápidamente a la doctora y sin pensarlo dos veces añadió al diagnóstico "trastorno de tourette", yo sabia lo que era y me enfadé muchísimo ¡ pero si se lo provocaban las pastillas¡  pues ni caso, se las quité. A ningún padre o madre, a ninguno, le gusta dar una medicación a su hijo que le da efectos secundarios, que no sabes que le va a producir a lo largo de los años, no, no nos gusta, nos vemos obligados por las consecuencias que ocasiona el no dársela.
Lo cierto y sangrante como madre es que no podía terminar una frase porque me interrumpia, que no escuchaba lo que decía, que no era capaz de esperar un turno, le veia solo en el patio y cuando oía su nombre era porque había molestado o pegado a alguien. ¿ os lo imaginais? Yo lo viví, lo vi, todos los días, una y otra vez.

Su profesora volvió a marginarle, otra excursión y otra exclusión. Yo sufría impotente, ella achacaba sus enfermedades a mi hijo, la clase no avanzaba por mi hijo, todo horror giraba en torno a mi hijo. Incluso venían padres a amenazarme y a regañarle.
No había opción, medicación, cambiamos de médico, conocimos a un neuropediatra estupendo, con mucho tacto y nos pusimos en sus manos aceptando los posibles efectos secundarios.
El primer día que le administramos las pastillas me encontré con una profesora feliz, un niño esperanzado y un cambio, me eché a llorar.
Desde ese momento no dejamos las pastillas, buscando, cambiando para evitar los efectos secundarios, era un daño colateral que se podía aceptar a cambio de los beneficios que trajo a su vida

Lo había asumido, él y yo. ¿es genético?  Cuando el neuropediatra vio que además el niño tenia "conducta negativista desafiante" nos derivo al siquiatría del hospital, un experto en el tema, preguntó si había antecedentes en la familia de depresión o algo parecido, yo mentí, no vi relación, yo tengo depresión desde hace mas de veinte años y ahora me planteo si no tendré el trastorno, impulsividad, rebeldía, falta de concentración, conductas arriesgadas... que mas da.

Ahora mi hijo tiene catorce años, le he dedicado ocho años de estudio y dedicación absoluta como profesora particular a tiempo completo, ha llegado a tercero de la ESO sin repetir jamás, todo me ha pasado factura, a mi salud, a mi matrimonio, a mi vida entera, ¿volveria a hacerlo? Sin ninguna duda, ahora me enfrento a un adolescente enfadado con el mundo e intento seguir en pie.

Si, existe el trastorno, no me cabe la menor duda, si fuera un problema ambiental o de educación el niño se portaría diferente según el momento, pero no, sigue siendo impulsivo, inmaduro, se frustra tanto en football como en matemáticas, se mueve igual en mi casa o en la tuya. Por supuesto ya no va dando brincos por la calle ni pegando a todo el mundo. Es un niño sensible, incapaz de relacionarse con normalidad porque lleva un retraso madurativo que le impide sentirse agusto con chavales de su edad, paga su frustración conmigo porque soy quien mas cerca de él ha estado, tiene una gran creatividad,  imaginación, valores que no importan en el mundo en el que vive, que no le acepta, que no le facilita el aprendizaje, que no le reconoce que necesita ayuda. Y su potencial se va difuminando entre protocolos, profesores sin vocación, estructuras sin dinero y soledad.

Es mi hijo, es TDHA, ¿me voy a detener? No, seguiré luchando, ¿me crees? Hazlo,  el TDHA existe.

Nuestro grupo en facebook

Nuestro grupo en facebook
(click en el logo)